Welcome back MyXXFam! You may have noticed we ditched palm trees for saguaros over the last few weeks, and may even be wondering why. While we offered a bit of an explanation, today we’re retelling a story that occurred on this bitter-sweet trip to bring closure to our series of three posts from the deserts of Arizona.
Bienvenidos de nuevo MyXXFam! Es posible que hayan notado que hemos abandonado las palmeras por los saguaros en las últimas semanas, y hasta tal ves te has preguntádo por qué sera. Aunque ofrecimos una pequeña explicación, hoy estamos contando una historia que ocurrió en este viaje agridulce, para cerrar nuestra serie de tres escritos desde los desiertos de Arizona.
In true MyXXFLY fashion however, we couldn’t serve up a story without first bringing some fat girl thrift-store fly to the desertscape. This gorgeous earth-toned wrap skirt is a new old favorite of mine, perfect when traveling for its ability to fold into nothing, and it just goes with the desert don’t it?
Pero, en plena forma mi doble-equis fly, no podríamos contar una historia sin antes traer un traje super tuani de segunda mano al desierto. Esta hermosa falda estilo “wrap” en tonos color tierra, es una nueva (pero antigua) favorita mia. Perfecta para viajar por su capacidad de doblarse a nada, y simplemente, pega con el desierto, ¿no?
Tucson, Arizona (Tucson, Arizona)
I first visited the very spot where these photos were taken, five years ago, almost to the day. Five years may not seem like much, but I was in a very different place back then. At the time, I was still in recovery from a mental breakdown that occurred the previous year. After two moves and four years of being one half of a recklessly in love, yet utterly dysfunctional and co-dependent pair, my former partner and I amiably parted ways. The devastation of that break-up however, left my life in a shambles in a way that can only occur when you have completely lost yourself in someone else.
La primera vez que visité el preciso lugar donde tomamos estas fotos, fue hace cinco años, casi al día. Tal ves cinco años no parece mucho, pero yo estaba en un lugar muy diferente en ese entonces. En ese momento, todavía estaba en recuperación de un desastre mental que ocurrió el año anterior. Después de dos mudanzas y cuatro años siendo la mitad de una pareja imprudentemente enamorado pero disfuncional y co-dependiente, mi ex pareja y yo amablemente nos separamos. Sin embargo, la devastación de este final, dejó mi vida en caos de una manera que sólo puede ocurrir cuando te has perdido por completo en otra persona.
My uncle Oscar had been living in Arizona with his wife and daughter for nearly seven years by then. A move that was a personal sacrifice since it would isolate him from the rest of his family in Miami, but one that he deemed necessary to provide his girls with the life he wanted to give them. In those seven years, he came into his own, and accomplished all that his potential promised. He was eager to share his life in the desert with me, and I was grateful for the opportunity to get away and spend time with him after so many years.
Mi tío Oscar estaba viviendo en Arizona con su esposa e hija durante casi siete años para ese entonces. Su mudanza fue un gran sacrificio personal ya que lo aislaría del resto de su familia en Miami, pero él lo consideró necesario para proveir la vida que el quería darles a sus chicas. En esos siete años, él entró en la suya, y logró todo lo que su potencial prometió. Él estaba ansioso por compartir su vida en el desierto conmigo, y yo estaba agradecida por la oportunidad de escapar y pasar tiempo con él después de tantos años.
In stories and cinema, the imagery of the arid desert is often meant to convey death and hopelessness; but not for me. That first trip was an oasis in my own despair. It nourished my spirit, and helped bring me back to life when I most needed it, and so in my mind, the desert was a place forever in bloom. It was a safe place, a checkpoint, a home away from home. I enjoyed my escapes to the desert thereafter, even when three years later, I found myself flying to Arizona suddenly to bring a shred of hope and heap of love to my uncle on his death bed.
En las historias escritas y en el mundo del cine, las imágenes del desierto árido suelen significar la muerte y la desesperanza; pero no para mí. Ese primer viaje fue un oasis en mi propia desesperación. Alimentó mi espíritu y me ayudó a volver a la vida cuando más lo necesitaba, y entonces en mi mente, el desierto era un lugar floreciente. Un lugar seguro. Otro hogar lejos del hogar. Disfruté mis escapes al desierto en cantidad después de esa primera vez, incluso cuando tres años más tarde, me encontré volando a Arizona de repente, para traer un poco de esperanza y un montón de amor a mi tío en lo que fuera su cama de muerte.
You can’t go home again (No puedes volver a casa)
The trip you’ve seen chronicled in this series of three, is my first time back in Arizona since the death of the uncle I so dearly loved, and it was brimming with serendipity even before our connecting flight landed in the tiny Tucson airport. The fates allowed for my partner Frank to come along, so that he could experience the magic of the desert for the first time, but more importantly, so that he could spend time with the living descendant of the person who connected me to the desert in the first place: Zophia.
El viaje fotografiado en esta serie de tres, es mi primera vez en Arizona desde la muerte del tío que tanto quise, y estaba lleno de serendipia desde antes que nuestro vuelo de conexión aterrizó en el pequeño aeropuerto de Tucson. El destino permitió que mi compañero Frank viniera, para que pudiera concer la magia del desierto, pero aun más importante, para que pudiera pasar tiempo con la descendiente viva de la persona que me conectó al desierto en el primer lugar: Zophia.
Though I knew an essential piece of the puzzle would be missing, the reality of my uncle’s absence was jarring. The desert was missing its bloom, the sun felt harsher, the dynamic was alien. Change is a sometimes painful reality of living, and I expected it, but I remained unsettled. We ran into unforeseen obstacles, frustrations, and unaccounted for expenses, but God however, knows exactly what you need and when you need it. One of these moments came in the timing of our trip, which happened to land but one week after the move of Zophia’s extended Cuban family to Tucson. I say “happened to”, but I know it was meant to be that way. The presence of Zophia’s uncle, aunt, and cousin, softened the transition to a desert without Chele and filled the empty house with a familiar comfort. They strengthened Zophia and her mom, and showed Frank and I a kindness we didn’t expect.
Aunque supe que faltaria una pieza esencial del rompecabezas, la realidad de la ausencia de mi tío me impacto bastante. El desierto habia perdido su florecido, el sol quemaba mas duro, y la dinámica era ajena. El cambio es una realidad a veces dolorosa de vivir, y yo lo esperaba, pero seguí asombrada. Nos encontramos con obstáculos imprevistos, frustraciones, y gastos no contabilizados, pero Dios, sin embargo, sabe exactamente lo que uno necesita y cuando lo necesita. Uno de estos momentos vino en el aterrizaje de nuestro viaje, que sucedió mas que una semana después de la mudanza a Tucson de la familia cubana de Zophia. Yo estoy segura, de que esto no fue simple coincidencia. La presencia del tío, la tía y la prima de Zophia, suavizó la transición a un desierto sin mi Tio Chele, y llenó la casa vacía de una comodidad familiar. Ellos fortalecieron a Zophia y a su mamá, y mostraron a Frank y a mí una amabilidad de la que estamos sumamente agradecidos.
Before my uncle passed away, he described the farm where his wife’s family lived in Cuba as his “happy place”, and would let his mind wander to the Caribbean when his days and cancer treatments were particularly painful. On this trip to Arizona, I was able to meet for the very first time, the people who represented the Cuban side of Zophia’s lineage and heard first-hand accounts of my uncle’s excursions in Cuba. How his deceptive athleticism would astound the seasoned ball players in town, how his larger than life personality impacted everyone he met, and how the village still speaks of his visits fondly to this day. After days and countless hours sharing stories, jokes, and laughter, in true Cuban fashion over cups of coffee and rounds of dominos, I understood why the farm was my uncle’s “happy place”.
Antes de que mi tío falleciera, el describió la finca donde la familia de su esposa vivía en Cuba, como su “lugar feliz” y dejaba que su mente viajara al Caribe cuando sus tratamientos contra el cáncer fueron particularmente dolorosos. En este viaje a Arizona, pude conocer por primera vez a la gente que representaba el lado cubano del linaje de Zophia, y escuché relatos de primera mano sobre las excursiones de mi tío en Cuba. Cómo su atletismo engañoso sorprendería a los jugadores de pelota en el pueblo, cómo su gran personalidad impactó a todos los que conoció, como se divirtió siendo adulto de forma que no había hecho desde niño, y cómo el pueblo todavía habla de sus visitas con cariño a este día. Después de días e innumerables horas compartiendo historias, bromas y risas, y en verdadera forma cubana sobre tazas de café y rondas de dominós, comprendí por qué la finca era el “lugar feliz” de mi tio.
The other moment of clarity came on a particularly rough outing. After some unexpected transportation hiccups, we found a last minute rental car and took a day trip to Mt. Lemmon with the whole group, and I mean the whole group: my aunt and cousin, their extended Cuban family of three, my uncle’s ashes, Frank, and I. As we climbed the rocky precipice, a motley crew of family and relative strangers with one simple thing in common, Chele, we released his ashes over his favorite mountain side. It was then, as I consoled my beloved Zoph with tears streaming down her face, that I choked back my own and knew; you can’t go home again.
El otro momento de claridad vino despues de una excursión particularmente áspera. Después de problemas inesperados de transporte, encontramos un carro de alquiler a última hora y tomamos un viaje a Mt. Lemmon con todo el grupo. Y me refiero al grupo entero: mi tía y prima, su familia extendida de tres, las cenizas de mi tío Chele, Frank y yo. Mientras subíamos el precipicio rocoso, un grupo heterogéneo de familiares y parientes desconocidos con una cosa en común, el Chele, soltamos sus cenizas sobre el lado de su montaña favorita. Fue entonces, mientras consolaba a mi querida Zóph con lágrimas corriendo por su rostro, y detenia mis propias lagrimas, que supe; no puedes volver a casa.
Beauty in Hope (Belleza en esperanza)
Soon thereafter however, the unscripted ceremony strengthened us. We took photos, hiked through the woods, and even laughed at our own absurdity as we shared a precarious picnic of sandwiches and s’mores on the mountainside. On our way home Frank and I branched off from the group, and it was over the next few hours that I realized; each hurdle had in fact been a blessing in disguise. While engaging in our favorite vacation pastime, thrifting, Frank and I combed the racks of second hand shops and found some holy grail pieces from our respective lists. Shit that we’d looked for in Miami for years without finding.
Sin embargo, poco después, la ceremonia informal nos fortaleció. Tomamos fotos, caminamos por el bosque, e incluso nos reímos de nuestras propias tonterias cuando compartimos en grupo un picnic de sándwiches en la ladera empinada del bosque en la montaña. En nuestro camino a casa Frank y yo nos separamos del grupo, y fue durante las siguientes horas que me di cuenta; cada obstáculo había sido una bendición disfrazada de problema. Mientras participábamos en nuestro pasatiempo de vacaciones favorito, visitando tiendas de segunda mano, Frank y yo encontramos piezas que habíamos buscado en Miami por años sin encontrar.
It was then as we drove around in aimless vacation fashion, that I uttered “the only thing that would make this day better is a Sonoran hot dog”. See, the first time I came to Tucson, my uncle picked me up from the airport and took me straight to his favorite food spot for a Sonoran hot dog. For years I raved about those damn things to anyone who asked, and Frank had been looking forward to trying them for ages. They’re a famous staple in Tucson, and you can find reasonable facsimiles on every corner, but my uncle had done the legwork and found the absolute best ones. Once we arrived however, it seemed as though the place would be lost forever. My aunt didn’t remember its name or exact location, and I vaguely remembered the area we drove by to get to it, and because of the abundance of options, the internet was no help.
Fue entonces cuando manejando sin curso que dije, “lo único que haría que este día sea mejor, es un Sonoran hot dog (o, perro caliente)”. La primera vez que vine a Tucson, mi tío me recogió del aeropuerto y me llevó directamente a su lugar de comida favorita para que probara un Sonoran hot dog. Durante años hable de esos malditos hot dogs, y tanto, que Frank ya estaba loco por probarlos. Son un alimento famoso en Tucson, y usted puede encontrar copias razonables en cada esquina, pero mi tío había encontrado los mejores. Sin embargo, cuando llegamos a Tucson parecía que no hibamos a tener suerte en comerlos. Mi tía no recordaba el nombre del lugar o ubicación exacta, yo no tenia ni la mas minima idea de la zona, y debido a la abundancia de opciones en la area, el Internet no fue ayuda.
Just then, I half-jokingly, half-seriously, prayed to my uncle for divine intervention, Ice Cube’s “It was a good day” came on the hip hop station, and we fucking found the goddamn hot dogs just a few blocks from the thrift store we’d just visited. Taqueria Jason, an unassuming family owned food truck in the middle of an empty lot, with exactly the sign I needed to remember that when you seek magic, all you’ve gotta do is ask, and believe.
Justo entonces, medio en broma, medio en serio, le pedi a mi tío por intervención divina, una cancion de Ice Cube “Hoy fue un buen día” toco en la estación de hip hop que oiamos, y econtramos los malditos perros calientes, a penas a unas cuantas cuadras de la tienda de segunda mano que habíamos visitado. Taqueria Jason, un modesto camión de comida familiar en medio de un lote vacío, con exactamente la señal que necesitaba para recordar que cuando buscas magia, todo lo que tienes que hacer es pedir y creer.
And so, the peaks and valleys of the trip continued, but we managed to find peace amongst the saguaros. While home is relative and things may not always turn out the way you hope, they always turn out the way they should. You can’t go home again, this is true, but you can create a new one from the ashes of the old. I am grateful for this bittersweet experience, for the opportunity to explore as Yesenia, the place that I only knew through the eyes of Yesenita. I am grateful for the ability to share these experiences with the people I love, and grateful to those who have stepped in to bring order to the disorder my uncle’s death left in its wake. I do not know when I’ll see the Arizona desert again, but I do know that I will continue to remember it fondly. Until next week, believe in divine providence, remain eternally in bloom, and keep your double-x fly.
Y así, los picos y valles del viaje continuaron, pero pudimos encontrar la paz entre los saguaros. Mientras que el hogar es relativo, y las cosas no siempre resultan de la manera que usted espera, siempre resultan como deberian ser. No se puede volver a casa, esto es cierto, pero si se puede crear algo nuevo de las cenizas de lo antiguo. Estoy agradecida por esta experiencia agridulce, por la oportunidad de explorar como Yesenia, el lugar que sólo conocía a través de los ojos de Yesenita. Estoy agradecida por la capacidad de compartir estas experiencias con la gente que amo, y agradecida a aquellos que han intervenido para poner orden al desorden que mi tío dejó en su estela. No sé cuándo volveré a ver el desierto de Arizona, pero sé que lo seguiré recordando con mucho cariño. Hasta la próxima semana, crean en la intervencion divina, florezcan eternamente, y mantengan su doble-equis fly.